La Guerra Civil en Barakaldo: once meses de resistencia es un libro que trata de reconstruir los acontecimientos ocurridos entre julio de 1936 y junio de 1937 en la localidad fabril. La obra comienza con la situación de Barakaldo durante el periodo republicano y llega hasta los primeros años de la posguerra. Se aportan cifras y datos hasta ahora inéditos, conformando una obra global con la que se tratará de dar respuesta a diversos enigmas, como la rendición de Barakaldo sin disparar un solo tiro o la entrega intacta de las fábricas al enemigo. Más de 600 personas murieron durante la guerra en Barakaldo o relacionadas directamente con la anteiglesia. Barakaldo fue atacada por aire en más de 18 ocasiones, perdiendo la vida 57 personas. 1180 niños y niñas fueron evacuados. Muchos de esos niños y de esas niñas no volverían hasta mucho tiempo después, y algunos se quedarían en sus tierras de acogida. La ubicación, población y entramado industrial de Barakaldo la convertían en un lugar de suma importancia, que pudo ser una de las claves en la derrota del bando republicano tras la caída de la anteiglesia en manos de las tropas franquistas el 22 de junio de 1937.
Este libro es la culminación de más de 14 años de investigación. 27 testimonios, periódicos de la época, documentos, archivos y libros ayudan a que el autor nos dé cuenta de lo ocurrido en Barakaldo durante la contienda. Las calles de Barakaldo no volverán a verse de la misma forma después de la lectura de este libro. Por último, la obra contiene varios anexos con los nombres de los fallecidos durante la guerra y la primera parte de la posguerra, listados de las niñas y niños evacuados, etc. La guerra comenzó en plenas fiestas del Carmen. (…) Como recuerdan varios testigos, la voz del alcalde Eustaquio Cañas resonó en la megafonía de la plaza del Carmen, explicando que había ocurrido un golpe de estado, pero que todo estaba controlado (…). Tras la intervención del señor alcalde, el paseo de los Fueros se fue llenando de camionetas y de grupos que iban colocando mesas y sillas a lo largo de todo el paseo para comenzar a organizar el alistamiento voluntario de los jóvenes barakaldeses.